martes, 15 de septiembre de 2015

La vida de Gonzalo Guerrero ''El padre del mestizaje''

Español de nacimiento, Gonzalo Guerrero (Huelva, España circa 1470- 1536) fue arcabucero en la toma de Granada y en las cruentas campañas europeas que dieron vida a los Tercios españoles (unidades consideradas de las legiones romanas).



Gonzalo Guerrero es uno de los héroes más importantes en la historia nacional, sin embargo es un personaje poco conocido en el ámbito nacional y sólo es recordado en la península del país; incluso, llegó a ser conocido por los españoles como "El Renegado" debido a que luchó junto al pueblo Maya durante la Conquista.
La vida de Gonzalo se pierde en los anales de la historia desde su llegada a La Española y 1511, cuando se embarca en un viaje de exploración por las costas de Colombia al mando de Pedro Valdivia. Camino a casa, los marineros se vieron sorprendidos por una de esas tormentas que los indios Tainos del Caribe llamaban Huracán, y que arrastró al galeón hasta las costas orientales de la Península de Yucatán, lo que en la actualidad se conoce como Riviera Maya. De los veintitantos tripulantes sólo ocho salvaron la vida, pero cuatro más perecieron en el primer encuentro con una tribu maya, dos fueron hechos prisioneros y el resto, Gonzalo y el fraile Gerónimo de Aguilar, consiguieron escapar, aunque poco después también fueron capturados por otra de las tribus que pululaban por la zona. Cuenta la leyenda, y esto es algo que no nos es posible comprobar, que cuando los indios llevaban a los españoles a su ciudad, Gonzalo salvó al jefe de la tribu de una muerte inminente con un movimiento rápido de espada sobre un cocodrilo hambriento. El agradecido jefe, en lugar de esclavizarlo, le ofreció trabajar con la tribu, a lo que nuestro héroe accedió gustosamente. Experto soldado, Gonzalo entrenó a su tribu adoptiva en tácticas de batalla, incluyendo la formación de una Falange Macedonia, que bien sirvió a su jefe y le ganó el respeto de los demás guerreros.
Mientras Jerónimo de Aguilar se mantuvo fiel a su cultura y religión, Guerrero participó en enfrentamientos con las tribus enemigas y se destacó, entre ellos, por su astucia y dotes militares.
 El padre del mestizaje se integró a la cultura maya, formó una familia y terminó siendo un importante jefe militar. Sus conocimientos de las tácticas militares ibéricas permitió a los mayas resistir el avance español por más de 20 años.
Pero quedarte a vivir con una tribu que hasta poco antes ni conocías, abandonar tu cultura, tu lengua, tu religión y todo tu estilo de vida, no es algo que a cualquiera se le ocurra en un plis-plas. A Gonzalo las circunstancias le ayudaron a tomar la decisión, primero, porque no estaba muy seguro de dónde se encontraba (en Chectmal, la actual Chetumal); segundo, porque no tenía acceso a un barco que le pudiese llevar de vuelta a Cuba y, tercero, una vieja razón: el amor, o algo que se le acercase (conveniencia, lujuria, etc.). Parece ser que al jefe de la tribu, Na Chan Can, le cayó tan bien Gonzalo que le ofreció la mano de su hija, la princesa Ix Chel Can, y este de buen gusto aceptó. De dicho matrimonio nacieron lo que históricamente podemos considerar, a falta de otros candidatos, los primeros mestizos, hijos de la relación entre un europeo y una americana. Se supone que Gonzalo e Ix Chel tuvieron tres hijos, aunque la primogénita tuvo que ser sacrificada en Chichen-Itzá para aplacar a los dioses que castigaban a los mayas con una plaga de langostas. No tenemos registros de los nombres de los vástagos, pero sí de que nacieron. Gonzalo fue ascendido a Nakom, una especie de líder entre los mayas, y completó su proceso de aculturación perforándose varias partes del cuerpo para colgarse pendientes y tatuándose a la usanza de su pueblo adoptivo.
El actor David Marín, caracterizado como Gonzalo Guerrero para un documental.Disciplinó a los indígenas, los adiestró en el manejo de las armas y la construcción de fuertes, trincheras y baluartes; así mismo, se casó y tuvo hijos con la hija de Na Chan Can, cacique de Chetumal.
Cuando Hernán Cortés llegó a las costas de Cozumel en 1519, el fraile Jerónimo Aguilar fue liberado y sirvió a Cortés como interprete en la península; no así Gonzalo Guerrero, que se negó a ser liberado y combatió, a lado de los mayas, contra las tropas españolas.
Guerrero dirigió, exitosamente, las campañas en contra de Francisco de Montejo, padre e hijo, en 1527 y 1535, respectivamente, con lo que frustró los planes de conquista y pacificación de Yucatán.
Murió en 1536, al defender a los mayas de las tropas del capitán Lorenzo de Godoy.
Hoy, Gonzalo Guerrero, es considerado como el “Padre del Mestizaje” y una estatua en su honor se levanta, paradójicamente, en el Paseo Montejo en Mérida.
El legado de Gonzalo ha sido objeto de muchas controversias durante los últimos cinco siglos. Para los españoles de su época, fue poco más que un traidor, mientras que para los habitantes de la península de Yucatán, fue y sigue siendo un héroe. En la ciudad de Mérida, casualmente al final de la Avenida Montejo, hay un monumento a Guerrero, y el himno del Estado de Quintana Roo, cuya capital es Chetumal, incluye una referencia a su admirado hijo adoptivo:



“Esta tierra que mira al oriente

cuna fue del primer mestizaje
que nació del amor sin ultraje
de Gonzalo Guerrero y Za’asil.”

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